Roger Federer, es reconocido como uno de los tenistas más galardonados de la historia (con 20 títulos de Grand Slam), y ahora también se le puede considerar multimillonario.
El tenista suizo ha logrado acumular un patrimonio neto cercano a 1.300 millones de dólares, de acuerdo con el Índice de Multimillonarios de Bloomberg. Esta cifra incluye 130,6 millones de dólares en premios ganados a lo largo de sus 24 años en el circuito, donde triunfó en Wimbledon en ocho ocasiones y en el Abierto de Estados Unidos cinco veces.
Sin embargo, son los contratos fuera de la cancha los que han contribuido significativamente a aumentar su riqueza, a sus 43 años. Sus asociaciones con marcas de lujo le han aportado millones, incluyendo ingresos anuales de 8 millones de dólares de Rolex, 5 millones de dólares de Mercedes-Benz y un total de 20 millones de dólares de Lindt.
La decisión de Federer en 2018 de dejar a Nike, con quien trabajó desde los 13 años, como su proveedor de indumentaria y calzado, ha sido especialmente lucrativa. Poco después, selló un acuerdo de 300 millones de dólares con Uniqlo, pagadero en un período de 10 años.

Federer también realizó una apuesta valiente al invertir en la empresa suiza de calzado On en 2019, al adquirir un 3% de la compañía tras enterarse de que su esposa y amigos estaban fascinados con sus productos. Desde entonces, la marca ha ganado gran popularidad en Estados Unidos y, según Bloomberg, On ahora tiene un valor de aproximadamente 17 millones de dólares, lo que significa que la participación de Federer podría ascender a al menos 500 millones de dólares.
A pesar de que el nombre de Federer ha estado vinculado a la grandeza en el tenis, en un discurso de graduación en el Dartmouth College el año pasado, animó a la Generación Z a mirar más allá de sus contextos y a buscar una vida significativa.
“Todos ustedes tienen mucho que aportar, y espero que encuentren sus propias formas de marcar la diferencia, porque la vida realmente es mucho más grande que la cancha”, comentó Federer a los graduados en 2024.
Federer no es el único que ha sabido aprovechar su fama como deportista profesional para acumular miles de millones: se une a figuras como Tiger Woods, LeBron James y Michael Jordan, quienes también cuentan con fortunas de diez cifras.
Si bien cada uno de ellos ha logrado millones gracias a su dedicación al deporte, las redes sociales han facilitado el proceso para que los atletas promocionen marcas y generen ingresos. Solo la semana pasada, James hizo una alianza con Amazon en una publicación de Instagram que logró casi 250.000 “me gusta”.

Es probable que en el futuro más atletas alcancen el estatus de millonarios, en parte debido a la posibilidad de obtener contratos con marcas en etapas más tempranas de su carrera, gracias a los cambios en las regulaciones sobre nombre, imagen y semejanza (NIL) para estudiantes-atletas. Ahora es factible que jóvenes atletas lleguen a ser millonarios incluso antes de los 20 años; de hecho, la firma de medios deportivos On3 informa que docenas de atletas universitarios ya poseen contratos NIL por cifras millonarias.
Sin embargo, algunos argumentan que estas modificaciones en el ámbito deportivo universitario han centrado demasiado en el aspecto monetario, desplazando el disfrute del deporte. Los jugadores han optado por trasladarse de universidad en busca del mejor contrato, algo que el multimillonario Shaquille O’Neal considera problemático.
“Si te ofrezco un cheque de un millón de dólares, no puedes quedarte solo 300 días”, declaró Shaq en su pódcast el mes pasado. “Debes darme al menos dos años”.