Sebastián Domínguez fue contundente al evaluar el fútbol argentino. Para el exdefensor y entrenador, el actual formato, que incluye demasiados equipos, termina “igualando para abajo” y perjudicando la calidad técnica. A su juicio, una Liga con 18 equipos facilitaría un torneo de “súper elite” y una Segunda División más competitiva, sin perder la capacidad de alimentar a la Primera con nuevos talentos.
El ex DT de Vélez se refirió a la liga argentina, que ha experimentado numerosos cambios en los últimos años. En la temporada 2025, 30 equipos participan y se disputan dos torneos al año. “Se federalizó mucho todo y el costo es que el torneo pierda calidad técnica”, comentó en una charla con F4ctos.
Domínguez ejemplificó cómo estos cambios impactan en la competencia: “Si tienes 20 equipos y sumas 10 de la Segunda División, has incorporado un porcentaje de jugadores que competían a otro ritmo. Entonces, los que estaban en Primera tienen que adaptarse a ese ritmo. En el medio, se equipara, y para mí eso significa equipararse hacia abajo”.
También subrayó la regularidad que pueden lograr los equipos en este formato, aunque con matices: “Platense pasó de ser 13º del torneo a ser campeón. Eso forma parte de un espectáculo que está bien. Es así el formato y se aplica de igual manera para todos. No digo que sea bueno o malo, es una elección sobre el formato del torneo”.
Además, comparó la situación argentina con otras ligas europeas: “Si Alemania tiene 18 equipos, miraríamos hacia allí. Iría a ligas que están súper organizadas”.
Según su opinión, la diferencia también radica en las condiciones económicas que ofrece el país: “Argentina es un país que nunca ofrece las mismas condiciones económicas. He tenido que jugar en la cancha de River con cuatro jugadores sin contrato y dos cobrando 800 mil pesos“.
Finalmente, recordó que muchos talentos han surgido de la Segunda División, a pesar de la federalización: “El ‘Máquina’ Giampietri era el ‘10’ de Quilmes. Era un crack y estaba en Segunda División. Puedo nombrar a muchos jugadores que han hecho carrera en Segunda”.
En definitiva, Domínguez dejó clara su postura: reducir la cantidad de equipos y acortar el torneo, según su visión, podría elevar la competitividad y la calidad técnica del fútbol argentino, sin desatender la formación y nutrición de jugadores.
Último paso en el fútbol argentino: Domínguez y su Vélez irregular
Su experiencia más reciente en el torneo fue hace unos meses, cuando dirigió a Vélez. El ciclo de Domínguez concluyó tras la derrota 2-0 ante Huracán en el Amalfitani, en medio de una campaña complicada: apenas dos puntos en ocho partidos y 770 minutos sin goles en el Apertura, un contraste insólito para un equipo que había sido campeón de la Liga Profesional en 2024.
“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, corearon muchos hinchas del Fortín tras la derrota, tanto dentro como fuera del estadio. Poco después se confirmó el final del ciclo de Domínguez como técnico.
La decisión sobre su continuidad ya se había planteado tras la derrota anterior en casa frente a Godoy Cruz, pero la dirigencia optó por sostenerlo un tiempo más, considerando que el rendimiento del equipo debía ser evaluado a pesar de los resultados, y que el entrenador tenía la convicción de que podía revertir la situación.
El ambiente en Liniers se tornó muy tenso: “Echá a Domínguez”, gritaban los hinchas fuera del estadio, un mensaje directo al presidente del club, Fabián Berlanga. Media hora después de finalizado el partido, se anunció que Domínguez no asistiría a la habitual conferencia de prensa post partido. A las 22.20, se retiró del estadio en una camioneta conducida por su pareja, sin hablar con nadie.
El comunicado del club fue breve: “Luego de una reunión entre miembros de la Comisión Directiva y Sebastián Domínguez, se resolvió que el entrenador no continuará en el cargo”.
El próximo partido de Vélez sería el viernes siguiente, frente a San Martín de San Juan en el Amalfitani. La dirigencia aún no había confirmado quién ocuparía el puesto de manera interina, pero toda la prensa partidaria coincidía en que sería Marcelo Bravo, entrenador de la Reserva, hasta que se anunciara al nuevo técnico.
 
								







