El piloto mexicano Sergio Pérez continuó su colaboración con el equipo Cadillac F1 en las instalaciones de Silverstone, Reino Unido, y este jueves llevó a cabo una sesión en el simulador para prepararse para la prueba TPC que realizará con un Ferrari.
Durante esta semana, Checo Pérez se unió oficialmente al equipo de la marca automotriz estadounidense. En primer lugar, visitó las instalaciones de General Motors dedicadas al automovilismo en Charlotte, donde se está llevando a cabo el trabajo para establecer las futuras instalaciones de la unidad de potencia propia, que debería estar lista entre 2028 y 2029. Después de este recorrido, viajó a Silverstone, donde el miércoles ofreció un discurso a algunos empleados que ya están trabajando en el desarrollo del coche para la próxima temporada.
Las actividades del mexicano para este jueves incluyeron una prueba en el simulador. Aunque no se precisó si estuvo trabajando en una simulación del coche de este año o del que corresponderá a la próxima temporada, el objetivo fue familiarizarlo con los controles que encontrará en el Ferrari de 2023, el cual conducirá para la prueba TPC.
La escudería de Maranello permitirá que Cadillac utilice un coche de temporadas anteriores para que Sergio Pérez se reencuentre con la conducción de un vehículo de la máxima categoría, tras casi un año de ausencia en la serie, luego de la finalización anticipada de su contrato con Red Bull.
Ferrari proporcionará el motor para la firma estadounidense durante las dos primeras temporadas, el cual deberá cumplir con las nuevas especificaciones que exigen un 50 por ciento de potencia proveniente del sistema eléctrico.
Después de estos días, Pérez seguirá colaborando con Cadillac para preparar el coche para su primera prueba en febrero en Barcelona, España, donde se llevará a cabo un test privado, sin acceso al público ni a los medios de comunicación, organizado por la propia Fórmula 1.
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