
Santiago Sosa siente una profunda frustración -prácticamente literal- por no haber podido jugar la revancha contra Flamengo en la Copa Libertadores. El capitán de Racing, recientemente operado de una fractura en el malar derecho, tuvo que conformarse con observar desde un palco la eliminación de sus compañeros.
Entrenamientos diferenciados desde hace nueve días
Sin poder contener su impotencia, había solicitado unos días antes que aplazaran la operación y le permitieran jugar con una máscara. La posibilidad era demasiado arriesgada (incluso podría haber puesto en juego su visión) y por ello, el cuerpo médico se lo negó categóricamente. El ex River, entonces, se sometió a la cirugía el lunes 27 de octubre (dos días antes de la semifinal de vuelta) y hace nueve días que se entrena de forma diferenciada en Avellaneda, todavía alejado del balón. Sin embargo, tiene un objetivo claro: no quiere perderse otro partido decisivo y por eso sueña con regresar el lunes frente al club que lo vio nacer.
Difícil, pero no imposible
Por el momento, su regreso es más un deseo que una realidad. El volante central aún no cuenta con el alta médica y no ha realizado fútbol. A falta de ritmo, en caso de estar presente, apelaría más a lo emocional que a lo estrictamente técnico. La inflamación en la zona afectada ha disminuido, aunque las secuelas de la grave fractura facial que sufrió y la posterior intervención quirúrgica son aún evidentes. Santiago tuvo un mal momento. Sufrió mucho y tuvo que pasar una noche internado en Río de Janeiro, aunque logró regresar a tiempo junto al resto del plantel.
Desde Racing, sin embargo, nadie se atreve a descartar a Sosa. Lo consideran muy difícil, pero no imposible, al igual que sucedió cuando quiso jugar ante Flamengo antes de ser operado. Con una protección especial, el talentoso volante podría jugar. Diezmado, sí, pero finalmente jugar.
Gustavo Costas, en conjunto con el equipo médico y el propio futbolista, deberán decidir en los próximos días si aumentan la exigencia de los entrenamientos para evaluar su respuesta ante un partido de tal magnitud como el enfrentamiento contra el River de Gallardo. La notable cantidad de bajas, especialmente en la zona media, le otorgan una nueva oportunidad a Santiago. Almendra está en trabajo diferenciado, Nardoni no se encuentra al 100% tras su desgarro y Zuculini llega justo por una sobrecarga. ¿Se impondrán las ganas de jugar de Sosa?