Gerónimo Rulli ha confirmado su excelente momento en el Olympique de Marsella. A pesar de la derrota previa frente al Real Madrid, este lunes se convirtió en una figura clave en la victoria del clásico francés, 1 a 0 ante el Paris Saint Germain. Lo más destacado: desvió un potente derechazo de Hakimi que parecía ir directo al arco.
El arquero de la Selección Argentina, habitual suplente de Emiliano Martínez, tuvo intervenciones decisivas para mantener la ventaja del gol marcado por Aguerd (de cabeza) al inicio del partido.
Para Gerónimo, fue su sexta valla invicta en 39 partidos con el equipo francés (56 goles recibidos).
Mirá la atajada de Rulli a Hakimi
Geronimo Rulli –
Atajadón de Rulli a Hakimi
El arquero argentino del Olympique de Marsella desvió el derechazo del lateral del PSG, en el clásico. Fuente: ESPN
Goncalo Ramos dispara y Rulli contiene (EFE).Para los apasionados del OM, no hay nada más crucial que vencer al PSG. La rivalidad es intensa, y el triunfo se magnifica porque el equipo de Luis Enrique llegaba con puntaje perfecto, 12 puntos en cuatro partidos. El último campeón de Europa continúa liderando la Ligue 1, ahora junto al Mónaco, y con los marselleses a tres unidades de distancia.
Esta fue la primera victoria en Ligue 1 en casa del Marsella contra el PSG desde 2011. Un dato que pone de manifiesto la alegría desbordante de los hinchas en el Velodrome.
Rulli ante PSG.El PSG, con un 4-3-3 y sin Ousmane Dembélé, quien asistió a la ceremonia del Balón de Oro, controló la posesión (68%), realizó 12 disparos (cinco de ellos al arco), pero no logró concretar sus oportunidades. También estuvieron ausentes Désiré Doue y Joao Neves, afectados por la misma gala de France Football.
Leo Balerdi, habitual convocado por Scaloni, fue titular, jugó todo el partido y tuvo una actuación notable: ganó los cuatro duelos individuales que disputó y no cometió errores que generaran situaciones de gol para el adversario. Sin embargo, recibió una tarjeta amarilla.
Para Luis Enrique, técnico del PSG, la situación fue muy particular: presenció la derrota desde el banco, mientras era reconocido como el mejor entrenador del mundo a pocos kilómetros de distancia.
Luis Enrique durante el partido (Reuters).
