Tenis femenino y el atractivo del dinero árabe: la transformación de las WTA Finals y sus críticas iniciales

La llegada de las Finales de la WTA en Arabia Saudí significó un cambio trascendental en el tenis femenino a nivel global. Desde hace un año, Riad alberga el torneo que reúne a las mejores jugadoras del mundo, a pesar de las reticencias iniciales. El premio de 2,5 millones de dólares proviene de un fondo total de 15,5 millones de dólares, atrayendo a deportistas que antes se negaban a jugar en un país con antecedentes de violaciones a los derechos humanos.

El acuerdo entre la Asociación de Tenis Femenino (WTA) y Arabia Saudí fue anunciado en abril de 2024, asignando al reino la organización de las Finales durante tres años. La inclusión de este país como sede ha sido cuestionada debido a su historial de restricciones a los derechos y libertades, especialmente en lo que respecta a mujeres y personas del colectivo LGTBI. Este contexto ha generado descontento en figuras históricas del tenis como Martina Navratilova y Chris Evert, quienes expresaron su desacuerdo con la decisión de la WTA.

Ambas tenistas, referentes en la disciplina, señalaron la contradicción de realizar la competición más importante del circuito femenino en un país que limita los derechos de sus propias protagonistas. Este debate se ha trasladado a varias jugadoras en activo, y aunque no son las únicas en expresar su inconformidad, la estadounidense Coco Gauff, número tres del ranking, también ha manifestado su preocupación.

La tenista Coco Gauff durante

Antes de que comience el torneo, Gauff expresó sus inquietudes: “Te mentiría si dijera que no tengo reservas… Algo que mencione (durante las charlas previo al torneo) fue que, aunque viniera aquí, no podríamos sentirnos cómodas jugando”. La tenista enfatizó que su participación no significa ignorar el contexto y solicitó acciones concretas: Debemos tener un programa real, un plan real”. Gauff amplió su postura en otros encuentros con el medio. “Soy muy consciente de la situación (de los derechos humanos) aquí en Arabia Saudí. Creo que el deporte puede ser una forma de abrir puertas para las personas… Para generar cambios, es necesario ver las cosas por ti mismo”, declaró.

La pasada temporada fue la primera en que las WTA Finals se llevaron a cabo en Arabia, y su debut generó bastante polémica, no solo por el intento de mejorar la imagen del país a través del deporte, sino también por la escasez de público en las tribunas. La poca asistencia cuestionó la decisión de elegir este país como sede, así como el impacto que puede tener el tenis femenino en la región.

Estalla la polémica en el tenis femenino: las jugadoras critican la nueva norma de la WTA, el ‘performance bye’

Tim Henman, extenista británico y comentarista de Sky Sports, expresó su preocupación respecto a la escasa concurrencia. Según informó el diario británico Telegraph, el estadio, con capacidad para 5.000 personas, solo reunió alrededor de 400 asistentes en la segunda jornada del torneo, lo cual fue considerado por Henman como “extremadamente decepcionante”. Para él, resultó problemático que tenistas de la talla de Iga Swiatek y Coco Gauff compitieran en un entorno con tan escaso público. Resaltó que la organización de las Finales en Arabia Saudí tiene una posición financiera favorable, lo cual hace que los ingresos por entradas no sean vitales para la sostenibilidad del evento.

No obstante, el hecho de que durante la edición anterior el torneo no gozara de gran afluencia no ha impedido que este año vuelvan a elegir el mismo escenario. La competición comenzó el 2 de noviembre y se extenderá hasta el 9 de noviembre. Arabia había decidido desde hace tiempo incursionar en el mundo del tenis, y lo ha logrado.