Paula Badosa eligió Indonesia como su refugio luego de una temporada llena de adversidades. La tenista catalana, que anunció recientemente que no competirá el resto del año debido a lesiones persistentes y confirmó su separación de Stefanos Tsitsipas, encontró en Bali un espacio para sanar, acompañada de su círculo más cercano.
Con su madre, su hermana Jana y su amiga de la infancia Claudia Taberner, Badosa compartió en redes sociales imágenes de un viaje que calificó como “increíble”, resaltando el valor de las personas y los lugares que ayudan a sanar heridas profundas.
En las fotos publicadas, la deportista aparece relajada y sonriente, rodeada de naturaleza y lejos de la presión del circuito profesional. “Los lugares y las personas te curan, y este fue uno de esos momentos. Qué viaje tan increíble con mi equipo de por vida. Los amo. PD: Indonesia me robó el corazón”, escribió la española, dejando entrever la relevancia de este retiro para recargar energías y reconciliarse con una etapa especialmente complicada de su carrera.
Este viaje a Indonesia se llevó a cabo poco después de que la jugadora comunicara su decisión de no jugar el resto de la temporada 2025. El año había comenzado con buenas expectativas para Badosa, quien alcanzó las semifinales en el Abierto de Australia. Sin embargo, los problemas físicos regresaron: una lesión en la espalda y una rotura del músculo psoas durante la gira de césped interrumpieron su progreso. Tras varios intentos de retorno, un nuevo contratiempo en el WTA 1000 de Beijing la obligó a abandonar la competencia, sumando otro retiro en su carrera.
En su anuncio, Badosa afirmó: “Nos vemos en el 2026”, dejando abierta la posibilidad de un regreso, dependiendo de su evolución física y mental.
La dimensión personal de este momento se vio resaltada por la ruptura con Stefanos Tsitsipas, con quien había mantenido una relación desde junio de 2023. La pareja, una de las más mediáticas del circuito, dejó de seguirse en redes sociales en julio, y fuentes cercanas confirmaron la separación. Según estas fuentes, el difícil momento deportivo que ambos atravesaban influyó en la decisión, aunque se trató de una ruptura “sana, sin terceras personas ni influencias familiares”, según citó la revista Hola!. La noticia llegó tras una temprana eliminación de ambos en Wimbledon, en un contexto en el que tanto Badosa como Tsitsipas luchaban con lesiones que les impedían competir a su máximo nivel.
En los últimos meses, la española acumuló abandonos en torneos claves: se retiró en Mérida, México (marzo), no se presentó en la tercera ronda del WTA 1000 de Miami, renunció al WTA 1000 de Madrid y perdió en la primera ronda de Wimbledon. La suma de contratiempos físicos y la presión de la alta competición la llevaron a decidir parar. En su mensaje de despedida por lo que queda del año, Badosa agradeció el apoyo de quienes la acompañan: “No podría hacer esto sin las personas que siguen creyendo en mí. Su apoyo me sostiene cuando todo se vuelve pesado y su fe me da valor cuando surge la duda. No hay un sentimiento más grande que entrar a una cancha de tenis y verlos allí, respaldándome”.
De cara al futuro, Badosa no descarta regresar a las canchas en 2026, siempre que su recuperación física y mental lo permita. Mientras tanto, el viaje al paraíso de Bali representa un punto de inflexión y un recordatorio de la importancia de rodearse de quienes aportan fortaleza en los momentos más difíciles de la carrera de un deportista.
El álbum de fotos del viaje de Paula Badosa:
