En el círculo central, mientras la pantalla del Gigante proyectaba un video durante el minuto de silencio, Ángel Di María se quebró. No intentó reprimir sus sentimientos: dejó que las lágrimas hablaran por él, reflejando su admiración y gratitud hacia Miguel Ángel Russo. Con los ojos humedecidos y el corazón expuesto, el campeón del mundo y hijo pródigo del club aplaudió al ídolo canalla en su último homenaje.
Rosario Central –
La emoción de Di María en el homenaje a Russo
Entraron con la urna, la colocaron en el centro del campo y, acompañados por los familiares, se acercaron uno a uno para besarla. Luego, reinaron el silencio y, después, los aplausos. La emoción se combinó con el canto que resonó en todo el Gigante de Arroyito: “Y ya lo ve, es el equipo de Miguel”. Las lágrimas de Di María, Fatura, Véliz y Campaz se convirtieron en una de las imágenes más conmovedoras de la previa, justo antes de que Rosario Central, en un ambiente profundamente emotivo, saltara al campo para enfrentar a Platense.
Después de los homenajes en las canchas de Boca, Racing, Estudiantes, Vélez y Lanús, quedaba este. Sin lugar a dudas, fue uno de los más emotivos. En el Gigante, el mismo lugar donde se consagró campeón hace apenas tres años, cuando el equipo de Miguel ganó la final contra Platense, el rival que hoy volvió a enfrentar.
Por eso, hubo tanta emoción. Los restos de Miguel, a pedido de su familia, estuvieron allí, en el corazón del estadio. Respirando lo que lo acompañó toda su vida: el aroma del césped y el aroma a fútbol. Rodeado de banderas con su nombre, disfrutando del fervor de los suyos y con los jugadores de Central vistiendo camisetas conmemorativas, recibió el merecido homenaje que tanto anhelaba el pueblo canalla.