LaLiga está por concluir su primera jornada de la temporada 2025/26. El Real Madrid, que se enfrentará este martes 19 de agosto a Osasuna, será el encargado de cerrar la fecha. No ha faltado la polémica en los inicios de esta competición local, especialmente en el partido entre el FC Barcelona y el Mallorca, donde dos acciones de los catalanes generaron críticas de los representantes del club balear. Posteriormente, el entrenador del Real Madrid, Xabi Alonso, fue consultado sobre este encuentro y no dudó en expresar su opinión.
El flamante técnico del conjunto blanco abordó en conferencia de prensa la reciente controversia arbitral surgida tras el partido entre el Barcelona, un partido que ha causado descontento entre aficionados y protagonistas. El técnico decidió no ahondar en la controversia, pero reconoció la claridad con la que Jagoba Arrasate, entrenador de Osasuna, trató el tema: “No me corresponde comentar lo que sucede en otros partidos, pero escuché lo que dijo Jagoba Arrasate y lo explicó muy bien”. Así, Alonso eligió respaldar la opinión de su colega, sin adicionar más comentarios sobre las decisiones arbitrales que impactaron el desarrollo del encuentro.
El partido entre Mallorca y el Barcelona, que se llevó a cabo en Son Moix, estuvo marcado por decisiones tácticas y técnicas significativas. En su primer partido oficial como entrenador del Barcelona, Hansi Flick optó por una alineación renovada: Eric García jugó como lateral derecho en lugar de Jules Koundé, Araújo reemplazó a Iñigo Martínez en la defensa central, y Fermín ocupó el puesto de mediapunta. El equipo catalán mostró una actitud ofensiva desde el comienzo, logrando abrir el marcador antes de los diez minutos con un tanto de Raphinha, que aprovechó un pase preciso de Lamine Yamal desde la banda derecha.
La ventaja de los azulgranas se amplió en el minuto 23, cuando Ferran Torres anotó el segundo gol tras una jugada cuestionada. Lamine Yamal disparó desde lejos y el balón impactó en la cara de Raíllo, defensa del Mallorca, que cayó al suelo sin reacción. El árbitro José Luis Munuera decidió no detener el juego y Ferran Torres, desde fuera del área, marcó el 0-2. La decisión de no interrumpir la jugada mientras Raíllo estaba en el suelo generó incredulidad en el banquillo local y el gol, aunque no fue celebrado con entusiasmo por los jugadores del Barcelona, finalmente fue validado.
Otra jugada polémica se dio en el tiempo de descuento de la primera mitad, cuando Raphinha realizó una entrada fuerte sobre Morey, impactando con ambas piernas alrededor de la rodilla. El árbitro sancionó la acción con tarjeta amarilla, pero el VAR no intervino, a diferencia de lo que ocurrió con la expulsión de Muriqi minutos antes. Esta disparidad en la aplicación del videoarbitraje provocó el malestar del Mallorca, que expresó su descontento con el arbitraje de Munuera.
Las reacciones tras el partido no tardaron en llegar. El Mallorca manifestó su frustración por las decisiones arbitrales, especialmente por el gol de Ferran Torres mientras Raíllo seguía en el césped y por la falta de intervención del VAR en la entrada de Raphinha. Los protagonistas del encuentro, tanto en el campo como en los banquillos, mostraron su descontento ante lo que consideraron un trato desigual en la gestión de las jugadas polémicas. El resultado final evidenció la superioridad del Barcelona, pero la controversia arbitral y la preocupación por la seguridad de los jugadores dominaron el análisis posterior a la derrota del equipo balear por 0-3.