Un gol que tuvo su origen en el arco propio, durante la fase de salida, y otro que nació de una pérdida rival, seguido de una letal transición ofensiva que supo aprovechar los espacios. Así, con estas dos estrategias tácticas, Boca logró marcar la diferencia en el marcador y derrotar a un desdibujado River en esta nueva edición del superclásico. Detalles dentro de un desarrollo equilibrado hasta el momento del 2-0 que inclinaron la balanza a favor del local, que en el global de los 90 minutos tuvo oportunidades para ampliar la ventaja.
Zeballos por el centro y Ayrton Costa libre
Con Paredes entre los centrales, Boca contaba con una superioridad de 3vs2 en la salida ante Driussi y Salas. Con el juego volcado a la derecha, Ayrton Costa se encontraba libre para conducir. Al otro lado, Zeballos se cerraba para unirse a la dupla Merentiel-Giménez, formando un 3vs3 con los centrales de River: Martínez Quarta, Paulo Díaz y Rivero. Esta situación generaba dudas en Montiel: “¿me cierro para ofrecer superioridad numérica o salto a presionar a Blanco, quien está libre por la banda?”.
Cuando la pelota se dirigió hacia Ayrton Costa, Montiel decidió saltar hacia Blanco, quien había retrocedido hacia su propio campo. La presión de Salas y su intento por bloquear al central de Boca resultaron infructuosos; Ayrton observó y realizó un pase largo, dividiéndola en el campo rival.
En el salto, Giménez logró peinarla y ganó el cuerpo a cuerpo ante Paulo Díaz. Martínez Quarta, ocupando la cercanía para vigilar a Merentiel, quien estaba abierto, quedó fuera de juego. La pelota terminó en los pies de Zeballos, que no encontró a Rivero lo suficientemente cerca como para anticiparlo o, al menos, evitar que girara y encarara.
Lo que siguió es historia: el Chango avanzó, se enganchó hacia adentro y remató desde afuera; Armani dio un rebote al centro, y el propio delantero aprovechó esa pelota para enviarla al fondo de la red.
Boca Juniors –
Zeballos aprovechó el rebote y marcó el 1-0 de Boca
El cambio de ritmo de Zeballos y los llegadores
Para el segundo tiempo, Gallardo optó por modificar el esquema. Sustituyó a Rivero, un central, y dio ingreso a Juanfer Quintero, formando un 4-3-1-2. Sin embargo, el equipo no mejoró. Presentó evidentes dificultades en la circulación de la pelota y terminó sufriendo otro gol por una pérdida no forzada, sumado a su habitual falencia en la transición defensiva.
Apenas comenzado el segundo tiempo, se jugaba el minuto dos cuando Martínez Quarta cometió un error al entregar mal por la banda derecha, y Castaño la punteó hacia atrás con tan mala suerte que la pelota quedó en poder de Zeballos.
El delantero inició su carrera, acelerando el ritmo, y Portillo, que intentó cerrarle el paso por ese costado, no logró desacomodarlo en la corrida. Zeballos la llevó larga y pasó a toda velocidad.
Mientras el Changuito se adentraba en el área, Merentiel y Palacios llegaban por dentro ante Paulo Díaz y Acuña. Sí, era un dos contra dos. Zeballos la centró y el uruguayo, solo, la empujó para marcar el segundo. Con espacios, Boca lo liquidó.
Boca Juniors –











